viernes, 23 de septiembre de 2011

Y otro día más la misma mierda. Yo me quedo parada frente al reloj rogando que los interminables segundos pasen, que si no tengo tus manos sobre mi piel, se me perfora el corazón, que no encuentro cosa más bonita que observar que tus ojos clavados en los míos, que no hay melodía más apropiada que tu voz susurrando mi oído...

No hay comentarios:

Publicar un comentario