domingo, 12 de junio de 2011

No puedo creerlo, cuando ya creía que eras agua pasada, que te había olvidado, me topo con una vieja foto nuestra. Se me paraliza el cuerpo, se me olvidan las palabras y el corazón me va a mil. Entonces me doy cuenta de que sigo añorando tus miradas y tu voz, de que aún echo de menos los lunares de tu cara, tu pelo alborotado y cómo se ponían rojas tus orejas. ¿Es que no se acabará nunca este sentimiento? Me es imposible no pensar en el "qué hubiera pasado" y en el "y si...". Desgraciadamente siempre hay algo que me lleva de vuelta a ti, a recordar tu aroma, y nuestros largos silencios contemplando la luna. Cómo olvidarlo, si me acostumbre a ti, con tus imperfecciones, que te hacían aún más perfecto. Hasta que todo se volvió negro.  Y hoy, he encontrado la respuesta a mi eterna pregunta: 
- ¿Por qué no puedo olvidarte?
- Porque nunca quise hacerlo, tú me obligaste.

domingo, 5 de junio de 2011

Nunca nada es suficiente

Después de mil tropiezos,
de un buen puñado de besos
que chocan contra mi boca
ya un tanto rota,
abro los ojos y miro al nuevo día,
con mi alma al diablo mil veces vendida,
y pienso en el futuro
y aunque no tenga un puto duro,
busco esa droga que esconde el ser humano,
esa que igual que te la da, te la quita de las manos,
recorriendo infiernos
buscándola de cuerpo en cuerpo
esperando esa caricia
a la que sin quererlo te envicias,
y aparece, una y mil veces,
y cuando te has vuelto un puto yonki de su amor,
de su boca solo sale un adiós,
y vuelvo al punto de partida,
con el alma de nuevo herida.
Nunca nada es suficiente,
no sé ser demasiado inteligente,
no sé ser una diosa en la cama,
ni preparar desayunos al despertar,
no quiero ser tu ama,
ni hacerte desesperar,
no busco la relación perfecta,
y lo siento si me afecta,
duele despertarse sola
en esta cama que me ahoga,
que me queda grande ser perfecta,
que no siempre soy la alegría de la huerta,
pero quiero querer hasta que duela,
hasta que me sienta como un ave que vuela,
pero nadie por mi vela,
no soy suficiente,
es mi defecto más creciente,
y no sabes como se siente,
saber que nunca seré la única,
que bagaré siempre bajo esta túnica
de eterna soledad,
que me condena a darme cuenta de la única verdad,
que se acabó, que todo llega a su final,
amarga soledad.

viernes, 3 de junio de 2011

Y amaneció...







Amaneció, la vi irse sonriendo, con lo puesto,
por la puerta del balcón, el pelo al viento
diciéndome adiós, porque decidió
que ya estaba hasta las tetas
de poetas de bragueta y revolcón,
de trovadores de contenedor.